Naturalis

REFLEXIÓN
NATURAL

La Camisa Blanca

Francisco de 8 años, entró en su casa, después de clase, pisoteando fuerte. Su padre, que se dirigía al fondo, al verlo entrar, lo llamó para una hablar. Francisco lo acompañó desconfiado.
Antes que su padre hablara algo, Francisco dijo irritado:
- Padre, estoy con muchísima rabia. Alberto no podría haberme hecho lo que hizo.  Su padre, un hombre sencillo pero sabio, escuchaba a su hijo mientras ese seguía con su reclamo.
- Alberto me humilló delante de mis amigos. ¡Me gustaría que le pasase algo malo!
El padre escuchó todo callado mientras caminaba buscando una bolsa de carbón. Llevó la bolsa hasta el fondo y le dijo a Francisco:
- Hijo, quiero hacerte una propuesta. Imaginemos que aquella camisa blanca que está en el tendal es tu amigo Alberto y que cada trozo de carbón es un pensamiento malo que tú le envías. Quiero que tires todo ese carbón en la camisa, hasta el último trozo y dentro un rato vuelvo para ver cómo quedó.
Al niño le pareció un divertido juego, la camisa estaba colgada lejos y pocos trozos acertaban al blanco. El padre que miraba todo, le preguntó:
- Hijo, ¿cómo estás ahora?
-Estoy cansado, pero feliz porque acerté muchos trozos de carbón en la camisa.
El padre miró a su hijo, que no entendía la razón de aquél juego, y dijo:
- Ven, quiero que veas una cosa.
El hijo fue hasta el cuarto y se miró en un gran espejo. ¡Que susto! Francisco solo conseguía ver sus dientes y ojos. Su padre, entonces, le dijo:
-Viste que la camisa casi no se ensució... pero fíjate en ti mismo. Las cosas malas que deseamos a los otros son como lo que te pasó a ti.
Aunque consigamos perturbar la vida de alguien con nuestros pensamientos, los residuos de esos se quedan siempre en nosotros mismos.
Mateo 5:44

Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen,
Haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;

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El lazo invisible

Bajo la calurosa luz del sol, una caravana atravesaba las arenas del desierto. Poco antes del atardecer se detuvieron para preparar el campamento donde iban a pernoctar. Un joven al que habían contratado para que se ocupara de los camellos se le acercó al jefe del grupo diciéndole:
– Tengo un problema, son 18 camellos y solo tengo 17 cuerdas para amarrarlos.
–  Eso no es ningún problema – le dijo el jefe – los camellos no son muy inteligente. Amarra los primeros 17 y luego te acercas al último y simulas amarrarlo a él también. Como habrá visto que todos sus compañeros fueron amarrados y habrá sentido que te acercaste a hacerle lo mismo, se quedará quieto toda la noche pensando que él también está atado.
El joven fue a hacer lo que le dijo el jefe sin protestar pero sin creer nada de lo que había escuchado. Al terminar se percató de que el último camello se quedó tranquilo junto a sus compañeros.
Al amanecer el joven vio con alivio que el camello permanecía allí donde lo había dejado. Entonces liberó a los otros 17 camellos ya que pronto debían partir. Cuando la caravana se puso en camino, el joven corrió hacia su jefe diciendo:
– Espere, espere, hay un camello que no nos sigue.
-¿Es el mismo camello al que simulaste amarrar anoche? – contestó el jefe con una media sonrisa en los labios.
– Sí ¿Cómo lo sabe?
-Seguro que esta mañana se te olvidó soltarlo
– Pero no tiene amarras
-Lo sé – contestó pacientemente el jefe –, pero el camello todavía piensa que está amarrado. Corre, simula soltarlo y verás que se pondrá en camino.

Muchas veces nosotros pasamos por lo mismo que el camello de esta historia. Alguien pudo atarnos con algo que no existe. A  veces creemos lo que nos dicen y permitimos que nos dejen quietos, atados a complejos e ideas falsas acerca de nuestra capacidad, de nuestros dones y talentos. Nos quedamos quietos en un lugar inmovilizados por algo que no existe y perdemos oportunidades, dejamos que la vida se pase sin que podamos cumplir nuestro propósito.
¿Tienes sueños? Ve por ellos, ponte de pie y empieza a caminar, sal de la zona donde te has quedado esperando que alguien desate esa cuerda inexistente. Dios preparó cosas buenas para ti desde  hace mucho tiempo, pero debes levantarte.

“Pues somos la obra maestra de Dios.
Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús,
a fin de que hagamos las cosas buenas
que preparó para nosotros tiempo atrás.
”Efesios 2:10 (NTV)

Dios ya te dio la libertad que necesitabas, camina sin temor y no permitas que nadie te quite ese hermoso regalo;  cuida de no ser carcelero de nadie, recuerda que con  nuestras palabras y acciones podemos atar a las persona, destruirlas e impedir que Dios cumpla el propósito en sus vidas e incluso tú podrías ser presa de tu propia trampa al no reconocer el valor que Dios te dio, no te menosprecies y lucha por alcanzar aquello que Dios te prometió.

Autor: Ana Maria Frege Issa


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SERVIR-ΓΙΝΟΥΜΕ-SERVE-yakhdim-SERVIRE-SUM-SLUZHIT'-TO SERVE


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LAS ACCIONES GENERAN REACCIONES


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EL EVANGELIO 


Estad firmes en la libertad

1. Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

2. He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo.

3. Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley.

4. De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.

5. Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia;

6. porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.

7. Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad?

8. Esta persuasión no procede de aquel que os llama.

9. Un poco de levadura leuda toda la masa.

10. Yo confío respecto de vosotros en el Señor, que no pensaréis de otro modo; mas el que os perturba llevará la sentencia, quienquiera que sea.

11. Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? En tal caso se ha quitado el tropiezo de la cruz.

12. ¡Ojalá se mutilasen los que os perturban!

13. Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.

14. Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

15. Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros.

Las obras de la carne y el fruto del Espíritu

16. Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.

17. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.

18. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.

19. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,

20. idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,

21. envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

22. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,

23. mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

24. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

25. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.

26. No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros

Gálatas 5 







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