lunes, 10 de abril de 2017

TRASMODERNIDAD


En este recorrido pedagógico, Dussel nos plantea un concepto positivo del poder, un poder como obediencia y como voluntad de vida -no como dominación- nos recuerda que las y los seres humanos no somos perfectos, por lo tanto, necesitamos de instituciones para reproducir la vida social y para practicar la justicia. Reconoce la necesidad de transformar el Estado, no disolverlo, y en este propósito construir hegemonía a partir de los consensos de la comunidad política, como única manera de gobernar democráticamente, de hacernos de una democracia no liberal que conjuga la relación ética y política y posibilita la emergencia de subjetividades honestas y descolonizadas.