Todo para el Servidor Público: Etica y Valores

"Si no hay Respeto sagrado por la Patria, por las leyes y por las autoridades, la sociedad es una confusión es un abismo"

Simón Bolívar Discurso de Angostura 15 de febrero de 1.819

Como el fruto del ideario colectivo, surgen necesidades de volcar la participación de profesionales en distintas áreas del conocimientos, que son prestadores de servicios por naturaleza con sentido humanistas y desprenden voluntariamente y con gusto un poco de su tiempo diario para dedicarlo a la instrucción académica desde cualquier rincón de nuestra Amada Venezuela.

Surgen varios parámetros de acción y valores con repercusión directamente en la sociedad, representada en hombres y mujeres que hoy necesitan de la prestación de un servicio público de calidad, la primera acción es utilizando la EMPATIA, valor indispensable para lograr los objetivos de la Patria y transitar felizmente por los caminos de la República.

Hoy es posible cumplir con esa meta, inyectando día a día valores individuales que se reflejen en un pueblo que busca satisfacer sus necesidades para llegar a la felicidad suprema y sentirse bien atendido.

Nuestro propósito desde este espacio, es mantener la vigencia perenne de los valores en las vidas de quienes se vinculan con la prestación de un Servicio Público. Buscamos orientar el comportamiento de todos aquellos que ingresan diariamente a las administración pública por distintos motivos, pero que no entienden cuál es la esencia del verdadero servidor público, por esta y muchas razones nace la publicación de una pequeña lista de mandamientos de conducta natural, llenas de ética y valores, fundamentales para la Prestación de un Servicio digno de admiración.

LEALTAD: Ser fieles a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, a Nuestro Pueblo, al ideario de Simón Bolívar, de nuestros próceres independentistas, al despertar humanista de nuestro Comandante Supremo y a nuestra misión en esta vida terrenal como Servidor Público.

EMPATÍA: Capacidad de participar en los sentimientos o ideas de otras personas.

COMPROMISO: Es actuar con disposición, convicción y entrega en el cumplimiento de nuestras obligaciones , en nuestra superación personal, así como en el mejoramiento institucional de la administración pública.

INSTITUCIONALIDAD: Salvaguardar en todo momento y en cada una de nuestras actuaciones, los intereses generales del Gobierno Bolivariano para la preservación del Patrimonio Público al servicio de la suma felicidad posible para los habitantes de esta hermosa y bendecida tierra como lo es Venezuela.

RESPETO: Reconocer, aceptar y valorar las cualidades del prójimo y sus derechos. Implica reconocer en sí y en los demás la condición humana y sus obligaciones.

LEGALIDAD: Trabajar con apego a los principios legales, administrativos, contables y presupuestarios en el desarrollo de nuestras labores cotidiana, actuando con transparencia sin actos contrarios a las normas jurídicas y utilizando las atribuciones del cargo, en beneficio del bien público, poniendo el máximo esfuerzo en la labor que se realice.

HONESTIDAD: Desempeñar nuestras funciones como Servidores Públicos utilizando recursos, rechazando categóricamente cualquier beneficio o privilegio en ocasión al servicio que presta.

RESPONSABILIDAD: Cumplir íntegramente y con empeño nuestras competencias y deberes como Servidor Público, asumiendo plenamente nuestros actos y las decisiones que tomemos.

SERVICIO: Brindar atención oportuna en forma amable y eficaz a quien lo necesite, así como promover actividades que favorezcan la difusión al colectivo de información de interés común.

SOLIDARIDAD: Ser cumplidor y respetuoso de los acuerdos con superiores jerárquicos, compañeros de labores y público en general. Compartir ideas y esfuerzos en Pro del logro y las metas de la Institución a la cual perteneces.

JUSTICIA: Ser honesto al aplicar el principio de justicia de la constante y perpetua voluntad de dar a cada quien lo que le corresponde, sin discriminación ni subordinación alguna.

TRABAJO EN EQUIPO: Es una función social, que requiere de la participación activa de aquellos funcionarios que estén orientados a colaborar y cooperar entre sí, a abandonar el individualismo y el egoísmo, a practicar el trabajo en equipo como única alternativa eficiente para ayudar a los ciudadanos o ciudadanas en su camino hasta la solución a sus problemas dentro de la sociedad.

DEBERES PARA CON LA PATRIA.

Nuestra patria, generalmente hablando, es toda aquella extensión de territorio gobernada por las mismas leyes que rigen en el lugar en que hemos nacido, donde formamos con nuestros conciudadanos una gran sociedad de intereses y sentimientos nacionales. Cuanto hay de grande, cuanto hay de sublime, se encuentra comprendido en el dulce nombre de patria; y nada nos ofrece el suelo en que vimos la primera luz, que no esté para nosotros acompañado de patéticos recuerdos, y de estímulos a la virtud, al heroísmo y a la gloria. Las ciudades, los pueblos, los edificios, los campos cultivados, y todos los demás signos y monumentos de la vida social, nos representan a nuestros antepasados y sus esfuerzos generosos por el bienestar y la dicha de su posteridad, la infancia de nuestros padres, los sucesos inocentes y sencillos que forman la pequeña y siempre querida historia de nuestros primeros años, los talentos de nuestras celebridades en las ciencias y en las artes, los magnánimos sacrificios y las proezas de nuestros grandes hombres, los placeres, en fin, y los sufrimientos de una generación que pasó y nos dejó sus hogares, sus riquezas y el ejemplo de sus virtudes.

Los Valores éticos a los cuales se refiere este espacio tiene como propósito fundamental establecer un referente ético, para guiar las actitudes, practicas y formas de actuación de los servidores públicos.

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LA GENEROSIDAD
Conviene, por una parte ser generoso cuando se da y, por otra, no mostrar dureza en reclamar lo que nos deben, y en toda suerte de transacciones cuando vendemos, cuando compramos, cuando damos o recibimos un alquiler, en las relaciones de vecindad en la ciudad y en le campo, manifestarse ecuánime, afable, dispuesto a ceder en muchos casos de su propio derecho, manteniéndose siempre en lo posible y más que en lo posible alejados de los pleitos. Renunciar un poco al propio derecho no solamente es generosidad, sino muchas veces también ventajoso.
Pero hay que tener en siempre en cuenta la hacienda familiar, porque ciertamente dejarla arruinar es algo vergonzoso; hay que proceder de forma que se eviten en todo momento las sospechas de avarientos y de miserables.
El poder ser generoso, sin despojarse del patrimonio, es ciertamente el fruto mayor de la riqueza.

Cicerón 106 a.C. -43 a.C.

Fragmento de "Sobre los deberes"

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